La compañía aérea irlandesa no operará de momento en pequeños aeropuertos del país
La compañía aérea de bajo coste se planta ante la voracidad recaudadora de Aena
La compañía aérea irlandesa ha decidido tomar medidas ante las nuevas tarifas de Aena para 2026. Según se indica, las subida de las tasas aeroportuarias en un 6’62% implicaría un aumento de 0,68€ por pasajero, alcanzando hasta la fecha los 11,03€ por persona, algo que Ryanair considera «excesivo y poco competitivo».
Esta situación ha provocado que Ryanair vea afectada su actividad en varios aeropuertos nacionales. De esta manera, la compañía ha anunciado dejará de operar completamente en los aeropuertos de Tenerife norte, Vigo, Valladolid y Jerez de la Frontera, además de un importante recorte de plazas en Zaragoza (45%) Santander (38%) Asturias (16%) y Vitoria (2%).
En total, serán alrededor de un millón de plazas con las que Ryanair no podrá contar, además de la consiguiente pérdida económica que supone. A su vez, la compañía cancelará 36 de sus rutas directas, afectando principalmente a las conexiones con el archipiélago canario.
Ante este panorama, Ryanair tiene puesta ahora la mira en otros países como Italia, Malta, Marruecos o Croacia, donde cuentan con condiciones más favorables para la empresa aérea. Para compensar pérdidas, no descartan centrar su actividad en otros de los principales aeropuertos del país como Barcelona, Madrid o Málaga.
Esta decisión tomada por la compañía no ha sentado nada bien al Gobierno de Canarias, quien adjudica la culpa a Aena por no haber tenido especial consideración hacia las islas por su condición de ultraperiferia y su alta dependencia de los vuelos en cuanto al sector turístico. Por otra parte, la vicepresidenta Yolanda Díaz plantea una reunión con Ryanair para intentar solucionar en la medida de lo posible este conflicto.
En un nuevo pulso entre el estado español y Ryanair que lleva vigente desde hace tiempo, la aerolínea ha visto dañada su imagen en los últimos meses debido a la polémica gestión de su dirección y sus publicaciones en redes sociales, en las que queda presente la falta de educación en los mensajes de la Dirección, así como poca sensibilidad en determinados temas, e incluso burlas y chulería hacia las quejas de la clientela.